viernes, 14 de abril de 2017

ZULME AZUAJE







En San Juan de los Morros, nació, creció, soñó, estudió, trabajó, ensenó y murió, una mujer llamada  Zulme Azuaje Santaella, a quien tuvimos honor y honra de tener  muy cerca en el afecto matrio y patrio, en el amor por la educación y la pasión por su terruño, que hicimos nuestro. Este San Juan de sus amores, de mis amores, de nuestros amores.
Zulme nació el 20 de agosto de 1942 y cerró sus ojos en Maracay, el 11 de diciembre de 1983.
Tenía la piel de un blanco porcelana, los ojos verde-esmeralda de mirada radioscópica y tenía un entusiasmo para hacer cuanto hacia con alegría, decisión y seguridad. Buena estudiante en los términos clásicos evaluativos: puntualidad y aplicación. Destacó siempre y cultivó desde niña el valor  solidaridad, solidaridad humana y llevada a su acción social.
 Zulme estudio en la Escuela Normal de su pueblo natal, creada en 1954 con el nombre de 2 de Diciembre y en ella se graduó  en la tercera promoción, en 1961, cuando ese plantel tenía el nombre de” José Félix Ribas”. Compañeros de promoción de Zulme, hicieron como ella, historia buena  en la comarca: Gustavo y Eddy Ruiz, Oscarina León,  Grecia Ovalles, Margot Maucó, Roselino Gómez, Alicia Seijas, Gladys Rojas, Isbelia Castro,  Peggy Hernández, Gladys Rojas, Melania Siso, Rafaela Moya y Andrea Martínez.
Zulme fue maestra de aula, Directora de la Escuela Aranda cuando falleció-, ejerció cargo en el Distrito Escolar, todo con eficiencia, sentido de equipo y valoración del mérito que le permitieron ser  considerada y reconocida, como una genuina gerente de la educación.
Zulme fue bolivariana a carta cabal. Participó  en nuestro empeño que hizo suyo, para la fundación  de las Sociedades Bolivarianas  Estudiantiles y Escolares y como Coordinadora de actividades  bolivarianas en el Municipio Escolar de la Zona Educativa del Guárico, dio todo su fervoroso respaldo para la realización  de la I Asamblea Bolivariana Estudiantil, en el marco del Bicentenario del nacimiento del Libertador.
Muchas veces, cumplida nuestras jornadas de aula, nos íbamos  a un restaurant frente al cuartel Zaraza, ella con Mery de Artigas, su inseparable, y nosotros, para amena conversa, sobre el país, el estado, el pueblo y nuestras respectivas escuelas. Respiraba encanto, lucidez y recta intención.  El encanto mayor era   aquella sonrisa enigmática , la lucidez en aquellos argumentos de silogismo aristotélico, y la recta intención  cimentada en la buena  fe , techada  y cercada  con el buen- hacer , la más sencilla forma y manera de expresar la ética.
A la escuela del barrio Puerto Rico AC-22, le fue dado el nombre de Zulme Azuaje Santaella, mediante decreto del gobernador (E)  Miguel Aguilar, gobierno de 1984. Desde entonces, el nombre de esta colega y amiga nuestra, recibe homenaje permanente. Con uno de sus compañeros de escuela, graduado cuatro años después, Héctor Modesto de San José Rodríguez Castro, compartimos muchas veces en nuestro rancho sobre la vida de esa extraordinaria mujer. Este agosto, setenta y cinco de su nacimiento. Si llegamos, brindaremos con agua con sabor a mar, como hemos brindado en silencio, cada año, el día de su cumpleaños.
Y aunque esté sembrado su  cuerpo y nosotros siguiéndole el rumbo, le diremos:
¡Feliz Cumpleaños MAESTRA, así, en mayúsculas se lo diremos, desde ésta ventana que me permite beberme sorbo a sorbo con las pupilas al Pariapán, vista al frente, copa en alto y seguro, seguro escucharemos su voz, también en mayúsculas:

¡GRACIAS QUERIDO COLEGA,GRACIAS!

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