LA INVITACION
De manos del cantautor Alberto Díaz, llanero de Las Mercedes
del Llano, casado con Gladys Franco, neogranadina de recia estirpe, recibimos
cordial invitación para el V Encuentro Colombo-Venezolano
de escritores llaneros”, cursada por le Fundación ORINOQUIA del hermano país, oportunidad
que no desaprovechamos. La firmaba el poeta, periodista e historiador Eduardo
Mantilla Trejos.
EL VIAJE
Hicimos maletas. Estudio y turismo, todo en uno, en familia.
La actividad se realizaría los días 26,27 y 28 de noviembre de ese año 2007. Salimos
de San Juan de los Morros el 25, muy de mañana. Al mediodía estábamos llegando
a San Fernando. Íbamos en el viejo Ford
de los ochenta, con su 302 pidiendo carretera, al decir de Luis José. Y se la
dimos. Delante, Doña Inés, animada, animosa y animante. Detrás, Alberto Díaz,
baquiano en toda Colombia, Dieguito, el hijo menor, poeta, quince años
entonces, y Luis José, nieto hecho carne
de éstas uñas, doce años cumplidos en
enero, con sus preguntas, cuentos y ocurrencias. Alberto ponderaba la desbordante
histrionía de quienes serían nuestros anfitriones, las bellezas de Colombia, y
la solidaridad de los colombianos.
Tratamos de adquirir combustible en Achaguas -rendimos un recuerdo a nuestro
amigo Don Eneas Perdomo-, no había energía eléctrica ni esperanza que regresara
ese día. Seguimos. En Apurito, un muchacho nos vendió gasolina en un terminal
de lanchas. Estaba contaminada con arena. “El Titanic”-nombre que los amigos le
dieron al noble automóvil-, comenzó a fallar. Llegamos a El Amparo, pasamos el puente, un impacto que
recogieron nuestras pupilas y nos llegó al alma. Pasamos en un tris, de ésta a
la otra rivera del Arauca vibrador de Pedro Elías Gutiérrez. Y allí, nos
recibió la bella, limpia y acogedora
ciudad llanera colombiana de Arauca, en un viaje que recordamos con nitidez fotográfica.
ARAUCA, UN SUEÑO
El departamento de Arauca tiene como capital a Santa Bárbara
de Arauca, ciudad sin rejas ni en casas ni en comercios, donde conductores y
peatones respetan las señales de tránsito y los semáforos, no más de dos en
motocicletas, chalecos y casco, conductor y pasajero con número de placas
impreso, visible a distancia. Arauca, erigida según la tesis tradicional, en
uno de los tres grandes hatos que fundó en la margen derecha del rio Arauca, el
ganadero venezolano Juan Francisco Lara -oriundo de Barinas- hacia 1772, villa
fundada definitivamente con licencia del Gobernador del Casanare, José Caicedo,
según investigación del historiador araucano Rogelio Gúaqueta Gallardo.
Nuestro anfitrión, Eduardo Mantilla Trejos, ha estudiado el
llano colombiano, con todos los cambios -altos
y bajos- que a través de su historia se han producido.
Bien conocida es la migración, el llano es uno solo, por eso
no la llamamos así, desde Venezuela
hacia Colombia, especialmente de los estados Apure, Guárico y Barinas, obligados
por guerras y guerrillas. En Arauca tuvo apoyo en armas, hombres, caballos y
pertrechos el General Emilio Arévalo Cedeño, quien invadió siete veces el
territorio de su patria tratando de derrocar al gobierno de Juan Vicente Gómez.
“El camino de siempre”, llamó Arévalo el que va de Arauca hasta Bogotá y
Barranquilla, y de Arauca hacia Venezuela.
Los llanos de LA ORINOQUIA, se reparten políticamente entre
Colombia y Venezuela. Es una región natural con una extensión de 800.000
kilómetros cuadrados, cuyas aguas van al
rio Orinoco. De esa superficie, pertenecen a Venezuela 625.665 kilómetros
cuadrados, entre los estados Apure, Barinas, Cojedes, Guárico y Portuguesa y a
Colombia, pertenecen 254.335, entre los
departamentos Arauca, Casanare, Meta, Vichada y parte del Guaviare.
El Encuentro en el cual participaríamos, al igual que los
cuatro anteriores, tenía como finalidad crear una cultura regional de
identidad, integración y solidaridad, bajo el lema EL LLANO TOTAL, así como el aprovechamiento de las riquezas
que posee. El departamento de Arauca tiene la riqueza petrolera, ganadera y
agrícola. Llegar a esa tierra fue feliz oportunidad que nos dio la vida.
RECIBIMIENTO E INSTALACION
Llegamos al Hotel Capri, recibidos como en casa propia. Fuimos
al malecón y al puente Internacional “General
José Antonio Páez”, El escritor Francisco Torres dio charla informal sobre
Arauca y su historia. El rio, apacible, cautivante nos dio plenitud poco veces
experimentada.
En el Centro Internacional de Convenciones, “Los
Libertadores”, auditorio con capacidad para mil personas, se realizó la
actividad. Era media mañana, los himnos
de Venezuela y de Colombia dieron inicio al acto de instalación. El Gobernador
del Departamento, Julio Acosta Bernal, saludó a los historiadores y cronistas.
El Alcalde Hernando Posso pronunció discurso, y Eduardo Mantilla hizo un
balance de los logros en los encuentros anteriores, a lo largo de dos décadas. La
ceremonia fue magistralmente conducida por Luis Guedez y Álvaro Pérez García. Los integrantes del
presídium se mantuvieron en sus asientos
durante todo el día, lección para mucho gobernante irresponsable que no
asisten, o se van a poco de comenzar los
actos.
CONFERENCIAS, EXPOSICIONES Y TEATRO
A las dos de la
tarde, comenzaron las CONFERENCIAS MAGISTRALES. Tuvimos el placer de escuchar a
Fernando Soto Aparicio, poeta, ensayista y cuentista, nacido en Boyacá, en 1933
en disertación sobre la literatura del llano. “El piso de toda obra literaria -dijo-
es la imaginación respaldada por el conocimiento”. Sobre el libro, Soto dijo “No
puede quedarse guardado, debe viajar,
recorrer, como un ser vivo”. De Doña Bárbara -Gallegos- y La Vorágine -Rivera-
dijo “Son libros de esos que no pasan, no conocen el olvido”. Nos impactó el aplomo,
la sabiduría del escritor. Propuso un taller para enseñar la felicidad.
Luego, José León Tapia, médico y escritor venezolano -Barinas,
1928- autor de una buena cantidad de libros, y Premio Nacional de Literatura el
año 2004, evocó vivencias amenazadas con perderse por la tecnología. Tapia, porte impecable,
palabra precisa, sonrisa y miradas limpias, autor de “La música de las
charnelas”, “Por aquí pasó Zamora”, “Maisanta el último hombre a caballo”,
“Muerte al amanecer”, entre una veintena de obras de historia novelada según
unos, de novela histórica, según otros.
“El llano me avasalla, el llano es uno solo y uno solo
también es el llanero”, dijo León Tapia para arrancar cerrada ovación. Indicó
que sus libros están basados en las vivencias del llano. Una profunda tristeza nos invadió
al conocer la mala nueva de la repentina muerte del Doctor León Tapia, pocos
días después de nuestro regreso de Arauca, ocurrida en su clínica, en Barinas.
El cronista del Estado Barinas, Alberto Pérez Larralte hizo entrega a la fundación ORINOQUIA, de las
obras del doctor José León Tapia. Héctor Paúl Venegas propuso la edición de
todas las obras de los escritores sobre el llano. Aplausos.
SEGUNDO DÍA
Muy de mañana nos fuimos a Guasdualito, visita guiada al
Municipio Alto Apure de Venezuela. El
cronista Jorge Rodríguez saludó a historiadores. Participaron los conferencistas
venezolanos Aurora Díaz de Sánchez y Argenis Méndez Echenique -cronista de San
Fernando de Apure-. Y los colombianos de Casanare, Delfín Rivera Salcedo -una docena de títulos
publicados para entonces- y Yelile Olmos. Luego del almuerzo, disertaron
Alberto Vaquero Nariño -del Meta-, Nelson Montiel -Barinas-, Adhely Rivero -Carabobo
- y Favián Estrada .Una presentación de artistas locales cerró la jornada del
día.
EL 28
Cinco conferencias y un libro ese último día de nuestro
memorable viaje. El cronista de Barinas, Alberto Pérez Larralte presentó “AVENTURAS DE PANCHO CUEVAS”, obra del
cronista de Arauca Humberto Amaya Luzardo, sobre la vida de un llanero
colombiano, centenario casi, quien estuvo en el acto, Pancho Cuevas, una
mina de historias, citado por el académico venezolano Adolfo Rodríguez
en su obra “El llano, la utopía que cabalga entre Venezuela y Colombia”.
Silvia Aponte, de El Meta, Adolfo Rodríguez, Rosa Loyo -Arauca-,
Guillermo Jimenez Leal –Barinas-, recorrieron
el mundo de la poesía, biografía, novela, costumbres, usos y tradiciones, así
como historia político-administrativa de la Orinoquia.
Paralelamente al
encuentro, fue presentada la Feria del Libro Llanero, en la sede de la antigua
alcaldía, exposición DE LO NATURAL A LO ARTÍSTICO, fotografías del Museo
Nacional de Colombia, un taller de literatura, un Festival de Cine Literario, y
proyección de cortometrajes producidos en Arauca.
El 29 de noviembre regresamos. La noche anterior, el
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en cadena nacional arremetió contra Presidente Uribe y ordenó
cerrar la frontera. José León Tapia pidió la palabra, pidió disculpas a los colombianos en nombre
de historiadores y cronistas venezolanos que estábamos compartiendo conocimiento,
alegrías y emociones como hermanos. Protestó en su contundente intervención, con la cual nos
sentimos identificados los venezolanos
presentes. Terminó esa noche, el encanto que el laureado escritor tuvo con el
bisnieto de MAISANTA, personaje de una de sus muy leídas obras. Prolongados
aplauso arrancó León Tapia con su breve y sensata intervención.
Trajimos valiosas obras de Rivera Salcedo, Niño y Mantilla. Rivera,
con esposa e hijo como nos, nos pareció un escritor, periodista y profesor fuera
de serie. Mantilla, con su hijo como eficiente promotor, ambos sobrios, serenos
y atentos.
Diez años han transcurrido desde ese viaje a Arauca. Mientras
la memoria próxima amenaza con abandonarnos a ratos, la remota se hace película
en tecnicolor, tridimensión, más nítida cada día. Estamos convencidos que el
llano -LA ORINOQUIA-, será la salvación
material y espiritual del llano total.
Y en buena medida, de ambos países. De ese viaje, frescos en
el recuerdo, Adolfo, cronista mayor del Guárico y de la Orinoquia –de esta
rivera del Arauca vibrador-, con su oración al Anima de Taguapire escrita por
él, para que a ella nos encomendáramos en el
regreso. El himno de Luis
Caropresse que canta a “La raza de hispano linaje y progenie del bravo Arawak”,
la sonrisa franca de los llaneros araucanos
y la ratificada convicción de que el rio, lejos de separarnos, nos une, nos
une.
¡Arauca, Arauca. Arauca!.
Leyendas
FOTO 1: En el presídium, el Gobernador, el Alcalde, el
comandante general de policía y Fernando Soto Aparicio, entre otros.
FOTO 2: El Doctor Adolfo Rodríguez -franela a rayas-, espera
el turno para su exposición.
FOTO 3: LOS DOCTORES JOSE LEON TAPIA Y RODRIGUEZ comparten
impresiones sobre el encuentro. Al fondo Diego José, pensativo.
FOTO 4: El cronista Ranuárez, con un llanero colombiano.
FOTO 5: En el almuerzo, entre otros, Adolfo Rodríguez, Doña
Inés y el cronista Méndez Echenique
FOTO 6: Ranuárez y el Doctor León Tapia.
FOTO 7: Doña Inés, el escritor Soto Aparicio y el cantautor
Alberto Díaz
FOTO 8: Pancho Cuevas y el cronista Pérez Larralte
FOTO 9: el Doctor
León Tapia anuncia su ruptura con el Comandante Presidente Hugo Chávez
FOTO 10: Luis José, Diego y Doña Inés, a orilla del rio
Arauca
FOTOS 11-14: Programa del Evento
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