Ilustre prelado de la Iglesia Católica que ejerció su
ministerio en Guárico, Apure, Aragua y Miranda, nació en la población de
Camatagua, Estado Aragua el 29 de septiembre de 1890. Cursó primaria en su población natal. El padre Ramón
Eduviges Liendo lo encaminó hacia la carrera sacerdotal. Ingresó al Seminario
Josefino de Calabozo en 1910, con Monseñor Sendrea al frente de la Diócesis. En
el Colegio MIRANDA culminó el bachillerato.
Los compañeros de seminario de Colorado fueron entre
otros: Alberto Laya, Teófilo Ruíz, Isidro Quintero, Maximiliano Echenique,
Luciano Bermúdez, Emilio Vicente Prieto, Francisco Javier Peña (el Padre
Pernía, en la obra Casas Muertas, de M. Otero Silva) y Carmelo Matute. Tuvo
como profesores a Monseñor Felipe Neri Sendrea, Pbro. Ciriaco Asconegui, Dr.
Carlos Rodríguez y Pbro. Luis Felipe Parra.
El 8 de septiembre de 1916, tuvo lugar la ordenación
sacerdotal en la catedral calaboceña. El 24 de ese mes dio su primer cantorio
de misa en San Fernando de Apure. Estuvo un tiempo en Arichuna, enseñó
catecismo. El Obispo lo envía a Barbacoas, donde estuvo entre 1917 y 1922.
Fundó Escuela Primaria y una escuela de música que dirigió el Profesor Juan
Ramón Oribuenes. El padre Colorado hizo reconstruir la Iglesia y fundó
Sociedades religiosas. En 1922, la petición de un grupo de personalidades de El
Sombrero fue escuchada: El Obispo les nombró a Colorado Párroco, donde el prelado va
a permanecer hasta 1938. En El Sombrero no había Casa Parroquial cuando llegó
Miguel A. Colorado. Las familias Esaa ,Mota, Bustamante, Montilla, Díaz y
otras, adquirieron una casa para residencia del Párroco.
A lomo de mula, el sacerdote recorrió pueblos y
caseríos. Tres veces al año visitaba a El Calvario. Inició la construcción de
actual Iglesia de El Sombrero, en sustitución de la vieja construcción de
bahareque que amenazaba con derrumbarse. Cuando fue transferido a EL HATILLO,
por razones de salud, ya había adquirido las campanas de bronce, la imagen de
madera de la Inmaculada Concepción y un nacimiento.
Todavía se recuerda en El Sombrero, las prédicas de
Colorado sobre la condición de uniones
no matrimoniales. Promovió matrimonios y tuvo el privilegio de ser la primera
parroquia del Guárico en tener cinco misioneros durante quince días. Monseñor
Arturo Celestino Alvarez lo felicitó y llevó los misioneros a Calabozo.
EL HATILLO Y EL CONSEJO
A mediados de 1938, llegó Colorado a EL HATILLO,
Parroquia del Estado Miranda. Tenía quebrantos de salud y le recomendaron clima
frío. Levantó la moral de los católicos de esa bella población. De lejos venían
los campesinos a cumplir sus obligaciones religiosas. El 29 de septiembre de
1938, cuando cumplía 48 años, le fue celebrado en El Hatillo, aún cuando ya
había pasado a prestar servicios en El Consejo, Estado Aragua.
El Arzobispo Monseñor Rincón González lo trasladó a la
parroquia Aragüeña donde estuvo apenas unos días. El Doctor Mayer y el Dr.
Paradisi – Gobernador y Secretario General del Estado-, pidieron al Obispo
dejar a el Padre Colorado pero ya estaba decidido: Fue nombrado Vicario de San
Fernando donde realizó un trabajo intenso: hizo construir una Casa Parroquial.
En una casa de los Hermanos Barbarito vivió hasta que estuvo concluida la obra,
realizada con contribuciones de la feligresía.
EN BUSCA DE LA ARMONÍA
El Padre Miguel Antonio Colorado hizo contacto con todos
los sectores de la Sociedad Apureña. Se reunió con masones, evangélicos y
adventistas. “TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS”, decía una y otra vez. La gestión
sacerdotal de este Aragüeño, se hizo sentir en tierra apureña: Fundó “Las Hijas
de María”, el Apostolado de la Oración, la Sociedad del Carmen, La Sociedad Infantil
de Santa Teresita, los Jueves Eucarísticos, las Cuarenta Horas y la Catequesis
en todos los colegios. Tuvo el privilegio de recibir la visita de la imagen de
la Virgen de Fátima, procedente de Colombia. Fue capellán del Cuartel JOSÉ
CORNELIO MUÑOZ, adquirió la imagen de Nuestra Señora de Coromoto para la
apartada población de EL SAMÁN, donde iba con frecuencia, al igual que a Mangas
Coberas, Guayabal y Camaguán. En lancha y bongó recorría el llano guariqueño y
apureño en su prédica contra el vicio, el pecado y la corrupción.
En 1941, Apure celebró con regocijo las BODAS DE PLATA
SACERDOTALES de el Padre Colorado. Monseñor Arturo Celestino Alvarez “El Pastor
de los Llanos”, designó una junta organizadora de los actos. La misa la ofició
Monseñor Francisco Castillo Toro, eminente prelado nacido en el Estado Miranda
(EL HATILLO), quien vino a San Juan de los Morros como Párroco, trayendo
consigo a su hermano, Don José Castillo Toro, fundador de empresa ferretera
emblemática de la capital del Guárico.
La banda del Estado estrenó el HIMNO SACERDOTAL, escrito
para la ocasión por el Profesor Rafael José López, letra del poeta Fray Ángel
Sáenz. La banda estuvo dirigida por el maestro José Ángel Zurita. Recibió una
medalla de oro, realizada a mano por el orfebre José Farao. El Club de Leones,
del cual había sido co-fundador, le rindió homenaje. Destacó en la celebración,
la actuación de la Señorita Rosita Cestaris, quien sería años más tarde
propietaria de la primera emisora de radio de la capital Apureña.
A TUCUPIDO Y SAN JUAN
Entre 1950 y 1955, Colorado estuvo como Párroco en el
“Granero del Guárico”, capital entonces del Distrito Ribas, del Estado Guárico.
En una entrevista concedida por el prelado a los integrantes del Comité de
graduandos de la III Promoción de la Escuela Industrial de El Sombrero,
asesorados por el Profesor José Ángel Prieto, el Padre Colorado recordó a
familias y personas de Tucupido: Don Alejandro Rodríguez Guzmán (Gobernador del
Guárico en el primer gobierno de Caldera 1969 – 1974), Familias Rodríguez
Estrada, Hernández Chafarded, Guacarán, Balbi Medina, Andrade, González Palomo,
Rodríguez Sáez, Robles (quienes eran evangélicos y una de cuyos integrantes
bautizó Colorado), Familias Panzarelli, Garófalo y Hernández. Cada semana
santa, Monseñor Colorado llevaba hermanas de la caridad que le asistían en los
preparativos para las festividades. Reconstruyó la Iglesia, los bancos,
escaños, campanario y Casa Parroquial. En la Plaza Bolívar de Tucupido tuvo que
realizarse la Primera Comunión: Setecientos niños del pueblo recibieron el
sagrado pan.
Corría el año 1955. Gobernaba al Guárico el
vallepascuense Emigdio Medina Ron. Colorado fue nombrado Párroco y Vicario de
San Juan de los Morros, cuando la parroquia era una sola: San Juan Bautista. A
él se debe el primer altar de mármol instalado en Venezuela, adquirido con
contribución de los feligreses. Fundó la Lego Mariae, con Doña Flor de Ramos,
esposa de Don Vicente Ramos, Presidente de la Sociedad Eucarística y junto a
las dos hijas de la pareja, Trina e Irma, con la colaboración de la inolvidable
María de Jesús Orta, Villacurana ejemplar, esposa luego del poeta Elías
Rodríguez Argüello.
BODAS DE ORO
Bajo la Presidencia de Guillermo Peraza Pérez, un comité
organizó las BODAS DE ORO SACERDOTALES (1966). Peraza pronunció emocionado
discurso. El comité era informal, constituido por amigos del prelado: Don
Arístides Rodríguez, Doctor Rafael Vicente Pieretti, Carlos Rodríguez Ovalles,
Dr. Enrique Olivo, Sr. Efraín Pinto, Carlos Daniel Rodríguez, entre otros.
Monseñor Colorado fue capellán de la Penitenciaría
General de Venezuela. Obtuvo donación al final del Gobierno de Pérez Jiménez, a
través del Gobernador, Coronel Roberto Casanova, para adquirir un órgano para
la Iglesia. Recibió condecoraciones durante el Gobierno de Leoni y de Carlos
Andrés Pérez. Vivió siempre con su hermana Coínta. Fue sustituido por el Padre
Requena, hermano de la locutora Carmencito Carrero.
Monseñor Miguel Antonio Colorado murió el 11 de Septiembre
de Mil Novecientos Ochenta y Seis. Sus restos fueron sepultados en la nave
oeste de la Iglesia de San Juan de los Morros, a la cual sirvió durante años.
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